Que hacer cuándo no sabes que hacer.

A siete días de haber comenzado un nuevo año y a más de 6 meses de no haber escrito nada en este blog, aquí estoy nuevamente.
Cada termino de año trato de describir con palabras simples lo que fue y significo para mi el año que paso, y en esta ocasión solo se me ocurrió una palabra: difícil. Fue un año duro, un año de enfermedad crónica y visitas al hospital, de entender que mis planes y proyectos no siempre son los de Dios y que debo aceptar lo que tengo y lo que soy.
Hay una frase de mi artista favorita que describe perfectamente mi situación actual: a veces perderse es la mejor manera de encontrarse.
Toda mi vida he tenido planes concretos, tenia planeado todo: terminar una carrera, hacer una maestría, irme a vivir a otra ciudad, hacer un doctorado, ser investigadora. Y en mi vida personal: casarme, disfrutar mi matrimonio un año y tener un bebé después, etc, etc.
Siempre me ha gustado tener el control de mi vida, plantearme una meta y hacer todo lo posible por cumplirla, saber lo que tengo que hacer y como lo voy a hacer... y hasta el año pasado todo había sucedido así.
 A mi no me gusta equivocarme, no me gusta estar a la expectativa, a veces eso es un defecto, por que cada decisión que tomo la tengo que pensar mil veces y eso me hace una persona indecisa y poco aventurera.
Nunca, ni de adolescente, he hecho algo sin pensar en lo que pueda pasar después.
Pero cuando de repente tienes que replantearte cosas por que lo planeas no va a ser posible, por diversos motivos, se mueve el piso.
Y a mi se me movió el piso, perdí la dirección, no se para dónde apunta la brújula, no se para dónde seguir. Pero se que estoy en muy buen camino de encontrarme, porque estoy perdida (si a mis casí 27 jaja) quiero encontrar nuevos planes que me hagan feliz, encontrar mi motivación, encontrarle sentido a lo que me pasa y poder compartirlo con otros.
Se que todo es por un motivo en concreto, se que la vida no solo se trata de trabajar y envejecer trabajando, sino se trata de hacer lo que amas y ser feliz.
Tal vez no voy a poder estudiar un doctorado por ya no poder vivir sola en una ciudad o no voy a tener un bebé hasta que mi enfermedad se inactive, pero se que vienen nuevas y mejores cosas y tengo que encontrarlas.

Estoy perdida, pero estoy a punto de encontrarme.


Comentarios

Entradas populares de este blog

de moda y otras perversiones

Te amo México!